Hoy en día debemos decir que SI. El seguimiento de una dieta oncosaludable ofrece grandes beneficios a los pacientes con cáncer. Por un lado contribuye a alcanzar un estado nutricional óptimo con el que afrontar los diferentes tratamientos oncológicos como quimioterapia, radioterapia, intervenciones quirúrgicas, terapias biológicas, etc.
Por otro lado una dieta saludable mejora los niveles de energía y el estado anímico de los pacientes que son fundamentales durante el tratamiento de la enfermedad.
Pero además una dieta oncosaludable puede modificar la evolución de los pacientes que ya han padecido un cáncer, reduciendo la probabilidad de recidiva del mismo y mejorando sus niveles globales de salud, como han mostrado estudios recientes.